Merienda en Cuervo, café de especialidad

Un día domingo de caminatas y trámites en Buenos Aires nos llevó hasta la zona de Chacarita y a un fantástico descubrimiento: la merienda en Cuervo, café de especialidad.

En rigor de verdad, una conocida porteña nos contó que la zona es conocida como “Chaca-giales” porque se da en los bordes de Chacarita y Colegiales, donde también ha surgido un boom de bares y paseos.

Lo cierto es que desde Villa Crespo nos trepamos al subte B (color rojo) y bajamos en la última estación porque teníamos que encontrarnos con nuestra colega. Caminamos un poco hacia adentro del barrio y para hacer tiempo, entramos al café sin saber mucho de él.

Carta de café y panificados

Aunque se veía un poco abarrotado de personas haciendo fila, entramos y pedimos en caja un café con leche y un latte macchiato, más una medialuna y un croissant con mermelada y queso brie.

Apenas degustamos nos dimos cuenta de que no estábamos en una cafetería de barrio más, sino en un auténtico café de especialidad, tan famosos por estos tiempos en Buenos Aires.

Café con leche en Cuervo, café de especialidad.

La modalidad de este espacio es pedir en caja y luego escuchar el llamado desde la barra donde varios baristas preparan todo. La cafetera italiana no tenía descanso porque entramos justo para conseguir una mesa y el local se llenó.

El café para llevar también estaba entre los más pedidos: grupos de amigos en la puerta y alrededor de la esquina aprovechando la reunión cafecito en mano.

Merienda en Cuervo.
En Cuervo podés compartir una mesa grande con otros clientes.

Como la espera se hizo larga y teníamos el privilegio de haber conseguido mesa, pedimos otra opción de la carta: chococchino, un café con chocolate y leche. Estuvo bien pero nada superaba al late macchiato.

Chococchino en Cuervo, café de especialidad.
Chococchino en Cuervo, café de especialidad.

Cuervo, cafetería con impronta joven

La vajilla es sencilla, clásica y el espacio está amoblado con pocas cosas. Casi como si se tratara de un galpón. Se destacan las herramientas con que se tuesta y muele el café.

Se nota que en este lugar se ocupan de lo que importa: el café. No hay decoración excesiva ni muchos lujos, el producto lo es todo y cumple.

Mientras disfrutamos la merienda en Cuervo, café de especialidad, descubrimos que en el lugar también se pueden comprar varias opciones para llevar y preparar en casa.

Croissants: uno relleno con mermelada y queso brie.
Croissants: uno relleno con mermelada y queso brie.

En Córdoba en sabores sabemos que un café de calidad es un mimo a nuestro espíritu y no siempre es fácil de conseguir. Por eso ameritaba contar la experiencia en Cuervo y recomendarles llegar a alguna de sus sucursales cuando pasen por Buenos Aires.

¿Hay en la sala algún otro Cuervo fan? 🙂

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