La masa frolla es una de las más nobles preparaciones para usar como base de una tarta, que puede ser dulce o salada. Dentro de las masas quebradas, es considerada “mediana” porque guarda una proporción de la mitad de materia grasa con respecto a la cantidad de harina.
¿Por qué se dice que una masa es quebrada? Porque es quebradiza, frágil, y no forma una miga elástica como el pan, por ejemplo. Para lograrlo, lleva bastante manteca y se debe evitar amasarla demasiado: los ingredientes se integran solamente y la masa va a frío hasta el momento de llevar a horno.
En esta receta que comparto, pueden ver que usamos ralladura de limón para saborizar y que también se puede cambiar esto por ralladura de naranja. Asimismo, incorporar pasas en el relleno.
El resultado es una torta tierna y fragante que se puede guardar varios días en la heladera, y que se “aguanta” bien una mesa dulce fuera de ella.
Ingredientes para la masa
Azúcar impalpable, 120 gr
Huevos, 110 gr
Sal, media cucharadita
Ralladura de 1 limón
Harina, 400 gr
Manteca, 200 gr
Polvo para hornear, 1 cucharada
Relleno
Ricota, 600 gr
Claras de huevo, 140 gr
Ralladura de 1 limón o de 1 naranja
Esencia de vainilla, 1 cucharada
Azúcar, 120 gr
Opcional: pasas de uva, 100 gr y fruta abrillantada, 50 gr
Masa. Batir la manteca con el azúcar impalpable y la sal hasta blanquear. Agregar los huevos y la ralladura de limón. Incorporar la harina tamizada con el polvo de hornear.
Tomar la masa con ayuda de dos espátulas hasta formar un bollo tierno. Envolver en film y dejar descansar en frío.
Para el relleno. Tamizar la ricota y mezclar con el azúcar, luego integrar las claras sin batir y la ralladura de limón o naranja. Si se desea, en este momento agregar las pasas y frutas abrillantadas.
Ahora sí, a armarla. Primero estirar la masa a 5 mm de espesor y forrar una tartera de 24 cm de diámetro. No es necesario enmantecar la tartera.
Colocar el relleno y tapar con el disco de masa restante, presionando con un tenedor en los bordes.
Llevar a horno precalentado a 170 grados por 40 a 45 minutos.
Dejar entibiar y desmoldar invirtiendo la torta. Terminar con azúcar impalpable tamizada por encima.