Del 25 al 27 de marzo de 2016 Alta Gracia fue la sede del Festival Peperina, un evento gastronómico donde los sabores regionales y las clases de cocina resultaron el atractivo ideal para el fin de semana largo de Semana Santa.
Stands de productores regionales, restaurantes de la zona, food trucks y barras de jugos y bebidas conformaron la oferta gastronómica para los asistentes. En el primer día, la organización informó que 10 mil personas pasaron por la fiesta. 
El sábado al mediodía los chefs organizadores de la fiesta Sabor Chuncano en Traslasierra dieron una clase magistral en la que prepararon ciervo en dos cocciones y enriquecieron el plato con productos regionales como la peperina. El resultado fue un disfrute para los sentidos.
El plato de la clase no se podía degustar así que fuimos a recorrer los stands y como hacía mucho calor probamos el chop Cassaro de menta y también el de cereza (el litro a $ 75), también la limonada de jengibre de Siamo ($ 20) y algunas gaseosas ($ 20).
El almuerzo fue variadito: choripan, una hamburguesa con pan negrísimo de Black Pan ($ 80), un sándwich de salmón braseado de Siamo ($ 100) y una pizza de muzzarela del mismo puesto. Al postre pedimos un helado de frutas procesadas (banana, mango, frutos rojos) exquisito ($ 30) y también un par de Caramella (heladería presente en Alta Gracia y Carlos Paz) muy ricos. No conformes, también una porción de rogel y una de lemon pie de la panadería Danubio ¡exquisitas!
Como souvenir, trajimos arrope, aceitunas riojanas, ketchup casero, mermelada de manzana con almendras y un par de nueces confitadas que nunca, pero nunca, están de más en la reserva hogareña 😉
Lo mejor. El festival creció en cantidad y variedad de comidas para disfrutar en el lugar y productos para llevar. Productores de La Rioja, Mendoza y Córdoba, entre otros, ofrecieron conservas, quesos, semillas y harinas orgánicas.
Hubo más tachos para residuos, aunque todavía sigue siendo un tema encontrar dónde sentarse sin toparse con restos de comida o descartables.
Qué falta. Con la gran concurrencia y el sol a pleno al mediodía faltó lugar con sombra para sentarse a comer.
En síntesis, este año Peperina se hizo más grande y se consolida como una muy buena propuesta para los curiosos de nuevos sabores y productos.
Muy linda la nota, impresiona el color del pan! Celebro la llegada de nuevos sabores y propuestas. Pero detesto las presentaciones estéticamente cuidadas, con las que uno se muere de hambre…