Por Milagros Martínez

Recomendaciones entusiastas, más opciones prometedoras y precios tentadores, igual a una cena de Viernes Santo en Alma Belén (Alta Córdoba).  Encontrar EL Lugar que reúna los mejores PLATOS (Precio, Lugar, Ambiente, Trato, Onda y sobretodo Sabor) no es nada fácil.

Precio
Un menú gourmet con entrada, plato principal y postre por $100 es una gran tentación. La bebida se considera aparte, al igual que la propina. No hay que olvidar estos dos importantes ítems en el presupuesto.

Lugar
Una casona de Alta Córdoba, sobria, elegante y con un toque colonial en su arquitectura. Algunos detalles a mejorar: las mesas deberían estar más distanciadas y mejor sectorizados los espacios para parejas y grupos. En la Galería, espacio dispuesto especialmente para cenas de a dos, había varios elementos fuera de contexto: una heladera (tipo kiosco, con puerta transparente y todas las bebidas) al lado de las mesas, las paredes manchadas, las telas del techo con tierra y dos baldes de fondo (uno violeta y otro blanco) en el espacio que conecta la cocina con la Galería. Un toque con velas no estaría nada mal para generar un clima más cálido.

Ambiente
La música suave, serena es una muy buena elección y una compañía infalible. Alma Belén propone un ambiente cálido, acogedor, de rélax, ideal para compartir una cena en pareja, con amigos o en familia.

Trato
Excelente. Los platos llegan en el momento justo, sin esperar más de lo que el apetito tiene permitido. ¡Qué buen mozo! es la expresión que surge naturalmente, no solo por la eficiente y amable atención, sino por el deleite visual que generan la presencia de los mozos. Belleza exquisita en algunos casos.

Onda
Alma Belén es un lugar con onda por su estilo gourmet, su ambiente y el trato fresco de los jóvenes. Pero podría tener mucha más personalidad, trabajando la estética del lugar.

Sabor
Lo mejor para el final. Vamos a los platos, los sabores y las sensaciones:

Entrada. Rabas y camarones salteados con tomate fresco, verdeo y salsa de hongos de pino sobre galleta crocante. ——> Sublime elección. Plato tibio, a punto. Hongos esponjosos y frescos. Sorprendieron las rabas sin rebozar; son un clásico que nunca falla.

Thian (torre) de berenjena, tomate, albahaca y queso con crema de palta ——> Excelente combinación. Cada ingrediente impuso su sabor. Berenjenas suaves, albahaca fresca y una preparación cremosa, que no pudo resistirse al exquisito y perfectamente leudado pan casero.

Plato Principal. Canelones de salmón rosado, queso crema y hierbas frescas, con salsa fileto y crema ——> Así de atractivo como se lee fue el sabor de este plato. La cebolla del relleno eclipsó un poco el sabor del salmón, aunque este distinguido pescado podía verse de manera generosa en la ración. La salsa Bechamel aportó toda su suavidad al plato. La salsa filetto estaba en su punto justo y los tomates cherry fueron el detalle del menú.

Brótola en papillote, con vegetales salteados y salsa crema de mostaza casera, acompañada con papas a la plancha ——> Con una presentación imponente y atractiva, este plato no pudo escapar al deleite de nadie. El sabor de la brótola inconfundible y la salsa de mostaza con el salteado de vegetales fueron los exquisitos protagonistas. Las papas a la plancha, el mejor acompañamiento. Un plato para disfrutar y degustar de principio a fin.

Postre. Cheesecake de mandarinas con salsa de chocolate ——> Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Un antes y un después de este postre. El cheesecake, una sutil espuma al paladar y el chocolate, una dulce sensación. Con su textura tan delicada, la última cucharada no tardó en llegar, dejando el sabor amargo de poco abundante, pero una experiencia repostera inolvidable.