La vuelta del tour gastronómico fue celebrada en las redes sociales y el día del encuentro no faltó casi ninguno de los habitués de este recorrido sabroso y entretenido craneado por Circuito Gastronómico y Mis Fotosecuencias.
Entrada. El primer stop de este tour fue en el Patio de los naranjos, donde nos esperaban con una larga mesa en forma de herradura donde nos acomodamos copa en mano.
Un thian de vegetales asados y un sorrentino de chorizo tomate y queso en el plato para empezar a saborear este viaje por el interior de barrio General Paz. Destacamos el sorrentino como un manjar del tamaño justo y una gran idea para repetir en casa (prometemos fotos).
Principal. Una breve caminata después, la comida principal esperaba en The Breacan, donde desde la vereda nos dieron la bienvenida con un lindo saludo en el pizarrón de los menúes.
Entramos y nuestras copas fueron llenadas de un exquisito vino rosado que fue muy buena compañía para los dos platos que llegaron a continuación:
Roulet de pollo con mousselina de arvejas y pistacho, calabazas asadas y carbonada de vegetales (impecable, jamás lo lograríamos en casa), y luego lenguado con crema de hinojos y cake de limón (párrafo aparte para la combinación de los tres sabores en la boca, gloriosa).
Ahí conocimos el recientemente habilitado bar, donde las botellas de licores y whiskeys (uno hasta tenía e kilt típico) invitaban a acodarse en la barra.
Lo venimos comprobando con cada visita, este restaurante está en el top five de los mejores lugares para comer en Córdoba, por sabores, calidad, atención y precio.
Postre. La parte más divertida del tour llegó con el postre, en el restaurante cubano Guantanamera, donde nos recibieron con uno de sus exquisitos daikiris (no creemos que en otro lugar de Córdoba lo preparen tan bien) y torrejas cubanas con helado de chocolate y crema, mamón y arándanos.
Después de dejar los platos vacíos pasamos al salón donde se dan clases de baile y tiramos unos pasos con música divertidísima, ideal para darle un último tirón energético a la noche.
El baile hizo que el tour se extendiera hasta pasada la medianoche y los comensales se fueran sonriendo, con ganas de seguir bailando o volver a tomar clases de salsa en ese lugar ya decorado como una disco típica.
En fin, una forma grandiosa de cortar la semana y volver a casa con sensación de sábado, aunque fuera miércoles 🙂
PD: Las fotos son provisorias, pronto tendremos imágenes de calidad gracias al talento de Natalia Torres Fotografía.
Qué buena salida y qué bien organizado todo. Algunos de los platos invitan a investigar acerca de ellos. Saludos !
Ojalá puedas sumarte a algún tour 😉