Este año no estuve siguiendo de cerca la elección de los 50 mejores restaurantes de Latinoamérica pero me alegró ver en Instagram el posteo de un espacio que conocí hace poco y vino a mi memoria la experiencia de comer en El Preferido de Palermo, en la ciudad de Buenos Aires.
Tuve la suerte de que dos amigas que no son porteñas pero han adoptado como propia esta ciudad me recomendaran fuertemente ir a comer allí. Así que fuimos una noche cálida de agosto de 2022, en plan desvirtualizar después de la pandemia.
El Preferido tiene la impronta de un bodegón en sus platos: clásicos, simples, abundantes. No obstante su servicio es elegante, atento y en las noches se disfruta la cena en la vereda al aire libre. Lamento no haber sacado más fotos pero comparto una de sus redes que me encantó y refleja esto que cuento.
Como esa noche no tomaban reservas, fui la primera en llegar y percatarme de que efectivamente este resto tiene mucha fama y la cantidad de gente esperando afuera lo confirmó.
Los platos de El Preferido
El Preferido está en la esquina de Jorge Luis Borges y Guatemala, en el barrio de Palermo. Se trata de una casona de 1952 pintada de rosa con mesas adentro y afuera. Es habitual ver una fila esperando para entrar ya que no es fácil conseguir una reserva.
Cuando fui a visitarlo me preparé psicológicamente para esperar mucho -como se espera por casi todo en la enorme Buenos Aires- pero a los 20 minutos me asignaron una mesa. Llegaron mis compañeras de cena y nos decidimos por diferentes platos para compartir ya que las porciones son abundantes.
La mejor morcilla que probé hasta ahora. Llegó en una cazuelita acompañada de huevos fritos y hojas verdes no recuerdo de qué. Exquisita, tenía nueces y una costra crocante debajo que le daba la textura perfecta.
Pedimos también una Burrata con pomelo, de la que no me olvido más por su espectacular combinación de sabores que daba frescura y untuosidad a la boca.
El remate fueron las milanesas de bife de chorizo sencillamente perfectas, con una guarnición de boniato asado al horno de barro que no por simple dejaba de mostrar una impecable ejecución.
Comer en El Preferido: las bebidas
Una de las polémicas que me generó la carta fue el precio de los vinos. Había una distancia abismal entre los valores de cervezas y tragos versus los vinos. A las pruebas me remito (precios de agosto 2022):
En mi caso pedí un campari con soda, agua sin gas y mis compañera de mesa, cervezas. Las bebidas llegaron rápido y estaban bien frescas.
Después de tremendo banquete no llegamos a comer postre, sin embargo me quedo con la recomendación del helado de pistacho que será para otra vuelta.
¿Ya tuvieron la experiencia de comer en El Preferido, en Buenos Aires? Me encantaría leerlos en los comentarios.