Cuarto Tour Gastronómico a la vista y la preocupación de todos: ¿cómo estar 10 puntos después de una noche de abundancia en la mesa?
Se viene el cuarto Tour Gastronómico en Córdoba y eso, como siempre, levanta muchos las expectativas de la semana. Como en cada salida, seguramente la comida estará garantizada “hasta explotar” y después vemos las consecuencias en el Facebook de nuestros compañeros de recorrido: pesadillas, insomonios, botones desprendidos o dolores de cabeza.
Pero, como desde Córdoba en Sabores nos gusta disfrutar de la buena comida al máximo, y hemos escuchamos de varios que durante la previa que se empiezan a “cuidar” para el miércoles, pensamos: “¿Cómo podemos hacer para ir al tour, comer bien y estar 10 puntos a la vuelta?”
Para eso consultamos con nuestra nutricionista de cabecera, María de la Paz Riba, que nos dejó una serie de recomendaciones para pasarla genial.
La previa. La base está en limitar el consumo de azúcares, carbohidratos y grasas en las horas previas al tan anhelado tour, lo que implica que durante el miércoles debemos “limitar nuestros consumos al mínimo”.
“Se puede desayunar un vaso de leche con queso descremado y no ingerir pan, galletas, criollos o facturas. También está la posibilidad de elaborar una ensalada de frutas”, indicó la especialista para la primera comida del día.
Para el almuerzo, María de la Paz nos deja otro consejo: tratar de no ingerir carnes o hacerlo lo mínimo posible. Es recomendable comer verduras, olvidarse de la papa, elegir una ensalada abundante o también una porción de tarta”.
Ya cerca de las 19, a poco de la comilona, el tip es prepararse algún licuado liviano o comer una fruta para que, a las 21, el hambre no sea nuestra única preocupación en la cabeza.
¡Hora de comer (y disfrutar)! Para “la hora de los bifes” es muy importante comer bien tranquilos. “La comida reúne y genera momento gratos, pero comer en exceso nos puede llevar a no pasarla tan bien y después al cuerpo le cuesta el triple bajar lo que consumimos de más”, dice nuestra nutricionista.
Para María de la Paz, comer lento es la clave: “Lo más importante es comer tranquilo, dejar los cubiertos a un costado y saborear cada bocado, hablar. Esto está relacionado el tiempo de saciedad, que es lo que demora nuestro estómago en enviar señales al cerebro que indican que uno está ingiriendo y que se está llenando. Sí comemos rápido estas señales se demoran y llegamos al punto del ‘no doy más’”.
Una de las sugerencias de la nutricionista es no excederse tampoco en la cantidad de platos para poder probar de todo. Hemos experimentado en carne propia lo que es comer hasta ver el plato blanco lustroso, hasta queda “con el pupo para afuera”, como dicen las abuelas. Lo óptimo sería, sabiendo que vamos a comer mucho, ir regulando para llegar con espacio para el postre.
Después del reventón, respirá. En la comilona vamos a ingerir muchos carbohidratos y grasas, por eso nuestro cuerpo va a demandar mucho líquido para depurarse. De nuevo, las frutas y las verduras aportan el agua que necesitamos para la recuperación, además de vitaminas y minerales que ayudan a los procesos digestivos.
“Lo óptimo es no llegar al ‘me reviento’ porque al otro día va a repercutir en algo y en meses de comer así (porque uno sale al menos una vez por semana a comer afuera) se ven los resultados negativos. Si nos privamos de algunas cositas, como por ejemplo comer un lomito sin las papas fritas, hay mucha diferencia”, sintetizó Riba.
Tomá nota
Para tomar. Pedir una gaseosa ligth o sólo una copa de vino. Lo óptimo sería comer con agua.
El día después, hacer ejercicio, además de comer liviano, ayuda al cuerpo a digerir lo que comimos.
Fuera pan. Durante la comida, evitar el consumo de pan, ya que aporta carbohidratos y nos llena más rápido.
Cuarto Tour Gastronómico. Será el miércoles 17 de octubre desde las 21 en la zona sur de la ciudad de Córdoba. Nos encontramos en el resturante Don Rogelio, para seguir luego en DOC y cerrar la noche en Minoliti Ristorante.
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