En pleno centro de la ciudad, este restaurante está casi “escondido” para quienes no conocen la fama que ostenta la cadena que formó el cordobés Héctor Rolotti, fallecido el año pasado en la India.
Novecento abrió sus puertas por primera vez en 1991 en Nueva York, y hoy está presente en 16 ciudades del mundo, entre ellas, Córdoba (desde 1999).
Tiene una carta breve pero variada, con pastas (secas y frescas), pesca del día, salmón, bifazos de carne (los ví pasar, enormes), ensaladas, wraps y algunos postres caseros, entre otras cosas.
El Novecento del Cabildo es una joyita acunada en la construcción colonial más famosa de Córdoba, a la que se accede directo por la calle Deán Funes, aunque también se puede llegar entrando por San Martín.
El ambiente es muy iluminado y tiene grandes pizarras donde se anuncian las sugerencias del día, el menú ejecutivo y el menú saludable, también los precios de vinos y espumantes, entre los que se ven etiquetas de alta gama y otras más comerciales, como un Benjamín desde $ 160.
Para aprovechar el fresco y primaveral mediodía, pedimos dos platos de pasta. El primero, sorrentinos rellenos con calabaza horneada, miel, tomillo y queso de cabra, acompañado con rúcula y tomates confitados. Combinación que destacaba el sabor pleno de cada ingrediente y sus texturas.
Y como segunda elección, unos farfalle con salmón. Recibieron con acierto una pizca de pimienta recién molida y no pasaron desapercibidos. Qué celebración es encontrar magia en comida de apariencia tan sencilla 😀
Los platos llegaron rápido y a muy buena temperatura. Como appetizer probamos una mayonesa de berenjenas asadas que me trajo enormes recuerdos de Trancoso, donde probé los mejores sandwiches de mi vida.
El precio del cubierto es de $ 18 y en general, los precios de los platos van desde los 80 a los 200 pesos. Las porciones son abundantes, podrán verlo en las fotos. El servicio fue bueno y atento a las necesidades que le planteamos durante la comida.
A las 14 es el momento pico: mucho almuerzo de oficinistas y “trajeados”. Lasagna de berenjenas y atún con guarnición eran las dos opciones del día que fuimos. El menú ejecutivo costaba a esta altura de septiembre $ 105 con postre y bebida.
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