Buscando nuevas recetas para salir del clásico asado de cumpleaños decidí hacer este plato que por olvidado no se ha convertido en un comodín de mi mesa: aquí comparto una receta fácil de fondue de queso.
Lo primero que hay que decir es que cualquiera con ganas de comer esto puede hacerlo: los ingrediente son pocos y la preparación no lleva demasiado tiempo.
El único freno hoy en día puede ser el precio de los quesos si se decide hacer para muchas personas. No obstante, reemplazar algunos tipos de queso por otros parecidos puede ayudar a bajar el costo.
En mi caso, salí un día de cuarentena por covid 19 hasta la distribuidora más cercana y no conseguí gruyere ni emmenthal, dos piezas clave. Así que compré queso sbrinz (pariente del reggianito, creo), pategrás (para darle untuosidad) y queso azul.
Esta vez no pude verlo en los catálogos online de supermercados ni había en la distribuidora pero una vez hice fondue con una preparación lista hecha por Sancor. Directamente había que cortar eso y mezclar con vino.
A la hora de elegir los alimentos con que combinar esta receta de fondue de queso es importante que sean cortados o presentados en trocitos cómodos de pinchar y que no se desarmen o caigan en el primer intento a la olla de la salsa.
Por esta razón, servimos en la mesa frutas firmes como la manzana y el ananá -¡Somos team agridulce!- , y por el lado de lo salado unas papas noisette horneadas, salchichas también al horno, zanahorias hervidas y cascarones.
Para crear tu propio estilo de fondue, pensá en cosas que te gusten combinadas con queso y no hay reglas más complejas que esta. Si no hay demasiado en tu heladera, el pan tostado frotado con ajo y aceite de oliva compone un romance inolvidable con esta preparación.
De la receta original, multipliqué todo por dos ya que éramos cuatro personas y sobró un poco de salsa. Eso puede servir como parámetro para tus cálculos. Siempre respetando la proporción entre queso y líquido.
Ingredientes y preparación de la fondue de queso
Queso emmenthal, 100 g
Queso gruyere, 100 g
Queso semi duro (fontina, pategras, etcétera), 100 g
Vino blanco, 125 cc
Kirsch, 25 cc
Calentar en una olla gruesa el vino hasta que se evapore el alchol. Lo lograremos dejando que hierva un rato y vemos que empieza a reducir.
Según esta receta tomada como modelo del recetario de Azafrán, hay que colocar los quesos rallados y dejar que se fundan. En mi caso puse primero los quesos más duros y hacia el final el queso que se deshace más rápido.
Mientras todo se comienza a amalgamar, controlar la consistencia y si es necesario añadir algo de leche. Se puede espesar, en cambio, con una cucharadita de almidón diluida con leche fría.
Como toque final, perfurmar con kirsch. Yo no tenía y no le agregué, y quedó muy bien porque los quesos eran muy sabrosos.
Para llevar a la mesa, encender el fueguito del recipiente para fondue y colocar el artefacto en el centro de la mesa, rodeado de los cuencos con los distintos tropezones que vamos a comer.
Si no tenés ese aparato, podés poner la salsa en un recipiente que conserve calor como una cazuela de barro o bien en algo que puedas facilmente llevar un toque al microondas si se enfría.
Creo que no hay demasiado tiempo para que se enfríe porque es una comida deliciosa y a casi todos les gusta. ¡A disfrutarla!