Un lugar que ya conocíamos, un buen recuerdo, y otra ocasión para saborear su cocina. Esta vez, Rock and Tapas nos invitó a la cena degustación de platos delicatessen (fuera de la carta) que el chef Federico Czarlinski preparó para los amigos de la casa. La invitación de Sergio vino como anillo al dedo para descubrir sabores de España en presentaciones muy creativas.

El menú estuvo maridado con bebidas de la bodega Santa Julia y este fue el orden:

Aperitivo: Langostino rebozadoen nacho con su guacamole
Primer entrante: Gazpacho tradicional
Segundo entrante: Huevo Coulant
Primer principal: Corvina a la llauna
Segundo principal: Cochinillo confitado con vinagreta de caramelo, mostaza y limón.
Postre: Torrija.

Las fotos ayudan a mostrar la dedicación con que estos platos se mostraban preparados y la delicadeza de los sabores. Como siempre, pasé un poco de apuro con mi intolerancia a la cebolla durante el gazpacho (muy fresco y perfumado), pero disfruté de las texturas y contrastes.

Según pudimos coincidir con nuestro blog amigo Mis Fotosecuencias, el cochinillo fue el gran hit de la noche. Y según nos contaron, lleva muchas horas de cocción. Parecido al de Segovia, donde es famosa su preparación, ya que al estar listo se puede cortar con un plato para demostrar la ternura de la carne. Acá se cortaba con el tenedor e iba justo con el complemento agridulce.

En cuanto a las bebidas, eran conocidas, ya que somos consumidores de Santa Julia: un espumante Alambrado Extra Brut, Alambrado Chardonay, Alambrado Malbec y Santa Julia Tardío, para el postre.

Una noche entretenida, con muy buenos sabores que seguro más de uno pedirá que incorporen en la carta luego de ver estas fotos 😉

¡Gracias Rock and Tapas por la invitación!