Una de las delicias y destrezas de la pastelería es trabajar con chocolate. Y especialmente me gusta para usarlo en decoraciones y dejarlo de una forma que no parezca el típico bombón. Por eso elegí usar transfers sobre el chocolate para decorar una linda cantidad de cupcakes que planeaba preparar.

El chocolate es un ingrediente que hay que respetar. El proceso de templado puede ser lo más complicado las primeras veces, ya que requiere atención en las temperaturas y cuidar que no se queme y se estabilicen sus componentes para poder manipularlo bien.

Con la idea de evitar ese procedimiento (ya que no tenía un buen termómetro) compré un choclate de los que se denominan baño, que sólo requieren ser calentados y usados, con el único cuidado de no quemarlo.

Usé de la marca Alpino un baño saborizado con naranja que, como sorpresa para mí, era de color naranja…¡y muy rico!

Por otra parte, en un local de repostería de la calle Oncativo, en Córdoba, compré los transfers. Se trata de láminas de acetato con dibujos hechos en manteca de cacao coloreada. El único consejo es cuidar cómo lo manipulamos, para no darle calor con los dedos y borrar los dibujos antes de usarlo 😉

Paso a paso
1. Lo primero que hice fue picar el chocolate en trozos pequeños, para derretirlo en el microondas. Una vez en el recipiente, metí el chocolate 30 segundos y lo saqué para moverlo.

Es muy importante no dejar el chocolate por largos períodos en el microondas porque puede quemarse muy rápido. Siempre usar tiempos cortos(15 a 30 segundos) y revolver, para que todos los trozos reciban calor.

2. Una vez derretido controlé la temperatura con un termómetro de vinos que apareció en casa, y que como mide hasta 40 grados, no es el adecuado para estos trabajos. Sin embargo, el chocolate estaba a 36 grados centígrados, una buena temperatura para detener el uso del microondas y empezar a trabajar.

3. Sobre una placa de silicona puse el transfer, con la cara pintada hacia arriba y empecé a distribuir el chocolate, con una espátula de albañil bien ancha, que resulta ideal para estos trabajos. Había que formar una capa no tan fina para que se pudiera luego desmoldar y cortar en la forma deseada para la decoración.

Es importante que el chocolate esté al menos a 30 grados para usar el transfer, ya que si está muy frío el dibujo no se pegará. Al mismo tiempo, si el chocolate está muy muy caliente, puede derretir la manteca de cacao y desdibujar el motivo. Por eso, lo mejor es poder medir la temperatura con un termómetro.

4. Una vez que empieza a endurecer el chocolate, hice unos cortes en rombos para poder despegar luego los trocitos pintados. Mi idea era ubicar un pedacito del chocolate pintado sobre los cupcakes cubiertos con dulce de leche.

5. Al separar el chocolate del transfer, con mucho cuidado, se pudo ver cómo el dibujo se había trasladado a las piezas de chocolate, formando un lindo juego de azul y naranja.

En algunas partes, como se ve en las fotos, faltó temperatura para que el transfer se pegara perfectamente.

Esta decoración es muy usada actualmente en servicios de catering dulce y me parece divertida para salir del clásico chocolate a rayitas (mezcla de negro y blanco) o de las ramas, que también son sencillas y ricas.

Para finalizar, les cuento algunos precios, del local La reposterita, donde compré esta vez:

Baño sabor naranja (500 gramos) marca Alpino: $ 18
Hoja de transfer: $ 12.80

Espero que lo prueben y le cambien la carita a la próxima torta o postre con chocolate que hagan 🙂