El Hostal Hispania, en la ciudad de Alta Gracia, es un hotel con restaurante de cocina española y una panadería-cafetería de fama extendida.
Alta Gracia está a solo 38 kilómetros de la ciudad de Córdoba y allí el Hostal Hispania está ubicado en la calle Vélez Sársfield 57 (casi detrás del predio del Sierras Hotel).
Tiene un parque amplio, pileta climatizada y habitaciones que atraen a los turistas que desean visitar las sierras. Pero el restaurante y la cafetería son imanes para locales y cordobeses que quieren comer muy bien en cualquier día de la semana.
Muchos le dicen directamente “Vamos a ‘Los gallegos’ de Alta Gracia” y ya todos saben de qué se habla.
Qué comer en el Hostal Hispania
La carta del restaurante del Hostal Hispania es extensa y su especialidad son los pescados y mariscos.
Estas preparaciones son algo no tan común en la ciudad de Córdoba -donde hay poca oferta lógicamente por su ubicación mediterránea- y por eso “tira” a una visita cuando hay antojo de sentirse un poco en la costa española.
Los revueltos de mariscos, la paella valenciana, los distintos pescados que se piden al horno o fritos con guarniciones muy abundantes dominan la escena.
Aunque también hay pastas, con diferentes salsas, muy buena lasagna y platos sencillos como milanesas con papas o puré o algunas ensaladas (¡no vayas hasta ahí a pedir sólo una ensalada!).
Entre los postres del Hostal Hispania se destaca la crema catalana, las natillas y también las opciones clásicas de mousses, cremas heladas y tortas.
Con el café llega una torre de cosas ricas invitación de la casa.
Este año fuimos varias veces y aunque las experiencias fueron variadas, lo que más nos gustó fue la buena atención (no es un restó de lujo, pero los mozos sí hacen conctacto visual y sí ayudan con necesidades especiales) y lo sabroso de los platos clásicos.
La experiencia en el restaurante del Hostal Hispania
Los puntos no tan positivos fueron: la espera, si no hacés reserva (entre una y dos horas) y algunos descuidos en los platos cuando el restaurante está en hora pico (sólo seis ravioles perdidos en un mar de salsa; langostinos que llegaron a la mesa con alguna arenita).
Mi recomendación es tratar de ir temprano, con reserva (+54 3547 426555), y con un grupo que quiera experimentar el “compartir” para probar más cosas.
Las porciones de paella, papas bravas, la tortilla española, son enormes y hasta tres pican tranquilos. Dejen lugarcito para el postre y el cafecito en la soleada galería exterior.
Los precios son muy convenientes y aptos para familias completas, ya que las bebidas están casi al costo de un kiosco y los platos principales a precio de bodegón (entre 100 y 300 pesos).
En la panadería, la oferta de especialidades es súper atractiva: recomiendo los criollitos de hojaldre de chocolate, las medialunas y las delicias saladas (sándwiches, pizzetas).
En síntesis, es un lugar para relajarse y disfrutar de los sabores, sin pretensiones, sólo con ganas de pasarla bien en la mesa.