Puerto Marisco es un restaurante en el noroeste de la ciudad de Córdoba donde los pescados y frutos de mar tienen protagonismo absoluto en una extensa carta azul, como el Caribe.

Sobre Octavio Pinto (al 2897), algo lejos del polo gastronómico de la Nuñez, pero al paso de quienes van o vienen por este acceso al norte de la ciudad, el restaurante ofrece durante el año un surtido de platos que recuerdan al de una marisquería costera pero enclavada en una ciudad sin mar.

El ambiente es intimista, nada lujoso pero cómodo, lo justo para sentarse a disfrutar eso que muchos buscamos para salir de los clásicos lomos, parrillada o pastas tan presentes en nuestra gastronomía local.

Como appeteizer llegan colas de calamar a la vinagreta con pan y mayonesa. La carta, extensa y pensada en muchos casos para picar o compartir, exhibe dorados (de mar), congrio, mero, lenguado, pez espada, salmón, anchoas, palometas y todo tipo de mariscos. Desde las ya conocidas rabas (anillos de calamar rebozados) hasta pescados al horno con variedad de guarniciones, destacándose las verduras grilladas y papas al horno.

La atención se destaca, y ayuda mucho a decidir qué elegir. El salmón al horno para uno (foto) es abundante y llega en un plato colorido, con sabrosas guarniciones que satisfacen al más hambriento. En nuestra visita hace algunas semanas, la temperatura fue el punto flojo, pero pudo solucionarse con un breve golpe de horno.

En las tablas que pispeamos en otras mesas también se ven las porciones generosas que ayudan al indeciso o a los grupos grandes. Reciben tarjetas, algo muy valorable, y útil cuando la cuenta engorda.

En una ciudad donde comer pescado es difícil y se limita a dos o tres opciones muy tradicionales, o directamente sushi, Puerto Marisco nos resulta un lugar al que podemos regresar en cualquier momento y sin demasiadas pretensiones.

¿Conocen este espacio, qué opinan?